Te miro.

He corrido perteneciendo anclada, aquietada en medio de la tormenta. Me reconozco en zozobra, casi todo el tiempo.

Adoro correr hacia el muro y cerrar lo ojos, espero que algo me pare, a veces, eso sucede.

Me reconozco saltando al vacío para aferrarme al hilo que me ata a tu universo.

He clavado las uñas en las palmas de mis manos mientras gritaba ¡esto no! prefiero mi ancla, el muro, el vacío.

Mis palmas sangran mientras te miro.

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